Los Siete Cuerpos

Para dejar bien claro qué Es y qué NO ES la conciencia, vamos a analizar en este capítulo el diagrama interno del Hombre, ya que la conciencia es uno de los 7 cuerpos que constituyen a un Hombre.

En anatomía oculta se conoce que el hombre no sólo tiene el cuerpo físico sino que además posee otros cuerpos o vehículos de expresión a través de los cuales puede recibir conocimientos y también puede expresarse.

Con el objetivo de comprender un poco más qué es la CONCIENCIA, vamos a estudiarla entonces como uno de los vehículos de expresión del SER y del HOMBRE, como uno de sus 7 cuerpos.

Haciendo un análisis breve de cada uno de ellos, aparece en primer lugar el cuerpo físico que todos conocemos y que se mueve en la tercera dimensión.

El cuerpo físico nos permite a través de los 5 sentidos interactuar con el mundo material exterior y recibir información, experiencias y conocimientos del plano de manifestación más denso que existe en la creación, sin considerar obviamente las infradimensiones de la naturaleza.

Le sigue en su orden el cuerpo vital o cuerpo etérico, conocido en esoterismo como el aura de la persona, que es un cuerpo de energía que sustenta al cuerpo físico, como su palabra lo indica y que está relacionado con la cuarta dimensión, con la cuarta coordenada y con todos los procesos bioquímicos y energéticos del cuerpo como la respiración, digestión, asimilación, etc., etc., etc.

La cuarta dimensión es el tiempo, pero vista como coordenada de espacio, no como coordenada temporal.

Podemos decir que el cuerpo vital es la contraparte energética del cuerpo físico.

Ese cuerpo vital o aura es lo que los clarividentes pueden ver alrededor de las personas, constituido por diferentes colores que rodean al cuerpo físico, fenómeno que ha sido confirmado por la ciencia oficial a través de la fotografía “Kirlian”.

En tercer orden aparece el cuerpo astral o cuerpo de deseos, que está relacionado con las emociones y con la quinta dimensión.

Ése es el cuerpo que todas las personas usamos cuando el cuerpo físico se va a dormir y es un cuerpo protoplasmático.

En ese momento el cuerpo astral “sale” del cuerpo físico y se “desdobla” a la quinta dimensión a la que se le llama el mundo de los sueños o el mundo de los muertos o el  mundo astral.

Todas las personas cuando el cuerpo físico duerme pasamos por ese proceso y tenemos experiencias en el mundo astral, lo que sucede después es que al volver al cuerpo físico, a veces se recuerdan esas experiencias y otras veces no.

Cuando la persona regresa al cuerpo físico, muchas veces dice: “Tuve un sueño”, pero para ser más exacto ha sido una experiencia astral, que puede ser consciente o no, que puede recordarse o no.

La quinta dimensión es la eternidad, que está más allá del tiempo y del espacio.

De esa manera es bastante fácil explicar esos sueños en que la persona ve algo que le va a pasar y luego le pasa, o sueños proféticos que se cumplen más adelante en el tiempo, acá en el mundo físico.

En el mundo astral, en la eternidad, no existe el tiempo, no existen el pasado y el futuro como los entendemos acá en la tercera dimensión, porque para que exista la eternidad, cada instante debe ser eterno.

Allá es siempre presente, cada instante es eterno y cada instante es presente; de esa manera se explica que podamos “ver” cosas que acá en el mundo físico van a pasar en el “futuro”,  que es futuro en el mundo físico pero que es presente en el mundo astral, ya que en el mundo astral sólo existe el presente.

Cuando el cuerpo físico duerme, el cuerpo astral sale a la quinta dimensión y el cuerpo vital se encarga de recargar el cuerpo físico. Por eso si una persona estuviera muchos días sin dormir, moriría, porque se quedaría sin energía al no haber la recarga energética de la noche.

Le sigue en su orden el cuarto cuerpo que es el cuerpo mental, el cual está relacionado con la mente, con los pensamientos, con la actividad mental, y también con una parte más sutil de la quinta dimensión.

El cuerpo mental es de naturaleza molecular.

El cuerpo mental es el que nos permite entrar en contacto con el mundo de la mente y obtener y procesar informaciones a través de los pensamientos, conceptos; cuando ya ese cuerpo se ha solarizado le permite al Iniciado tener acceso a las enseñanzas y grandes verdades de la Mente Cósmica Universal.

Entre el mental y el causal aparece un espacio de energía que el V.M. LAKHSMI ha definido como la PSIQUIS, que se encuentra entre la quinta y la sexta dimensión.

A través de la PSIQUIS se puede expresar la esencia o se puede expresar el ego.  Se puede decir que es lo más “alto” que puede llegar el ego, ya que el mismo no puede ingresar al mundo causal.

En nuestro cuerpo físico el “vehículo” de la psiquis se encuentra en la sangre, más específicamente en los glóbulos rojos, ya que el plasma sanguíneo tiene más relación con nuestro vehículo astral.

1. CUERPO FÍSICO.  

2 CUERPO VITAL.  

3 CUERPO  ASTRAL.           

4. CUERPO MENTAL. 

5. CUERPO CAUSAL.

6 CUERPO BÚDHICO.               

7. CUERPO ÁTMICO

Luego en quinto orden aparece el cuerpo causal o cuerpo de la voluntad, conocido en el esoterismo como el vehículo del Alma Humana y que se relaciona con todos los procesos volitivos del ser humano y con la sexta dimensión.

Este cuerpo es de naturaleza electrónica y tiene en nosotros una expresión que en la enseñanza gnóstica llamamos ESENCIA.

La ESENCIA es una fracción de ALMA, es el ALMA en potencia que se puede desarrollar a través de un trabajo espiritual de autoconocimiento y nos puede llevar a encarnar completamente esa ALMA HUMANA.

La sexta dimensión nos dice el V.M. SAMAEL que es la dimensión que está más allá del Eternidad y del Tiempo.

El V.M. LAKHSMI nos dice que la sexta dimensión es la dimensión que la gente llama el CIELO y que esta dimensión es un mundo electrónico donde ya no hay sombra, donde existe la Luz increada.

En las personas comunes, que no han trabajado con su semilla a través de los  misterios de la ALKIMIA, los cuerpos astral, mental y causal se encuentran fraccionados por el agregado psicológico y se les llama cuerpos lunares, pero en los alkimistas que trabajan con los misterios del sexo estos cuerpos se logran transformar en solares y se ponen al servicio del conocimiento y del SER.

Aparece en SEXTO orden, ahora sí, el cuerpo por el cual hemos escrito este capítulo en este libro, que es el cuerpo BÚDDHICO o cuerpo de la CONCIENCIA.

Al cuerpo BÚDDHICO también se lo conoce como el BUDHHI y como el ALMA ESPIRITUAL o ALMA DIVINA.

Es un cuerpo que se ubica entre la sexta y la séptima dimensión.

Considerando que según nos enseña el V.M. SAMAEL la séptima dimensión es la Dimensión Cero Desconocida, el Mundo del Espíritu puro, nos damos cuenta de que el BUDDHI es un  mediador entre la parte humana de la persona (ALMA HUMANA) y el SER o ESPÍRITU de la persona, por eso se le llama el ALMA DIVINA.

El BUDDHI o la CONCIENCIA o ALMA DIVINA es un PUENTE entre el SER (DIOS) y el HUMANO.

Nos dice el V.M.LAKHSMI DAIMON que el BUDDHI en  la persona es el Cristo Íntimo de la persona, que es el Redentor personal de cada uno de nos, porque es el que puede abogar por la parte Humana ante el SER de la persona, o sea la parte Divina, el Espíritu.

Con estas apreciaciones, podemos comprender de manera un poco más profunda qué es la CONCIENCIA como vehículo semi-divino de nuestro SER INTERNO: es un verdadero mediador.

Nos damos cuenta en este momento que la CONCIENCIA es algo más que las funciones psicológicas, como los pensamientos, sentimientos, impulsos motrices y sensaciones.

Cuando a la ESENCIA se le impregna VOLUNTAD, ella se convierte en CONCIENCIA…

La conciencia nos da acceso al conocimiento directo sin necesidad de utilizar la mente, el intelecto y una de sus facultades más importantes se llama la intuición.

El V.M. SAMAEL enseña que el mundo BÚDDHICO es el mundo intuicional.

Por último llegamos al séptimo cuerpo que es ATMAN, es el mismo SER, el Espíritu en nosotros, el REAL SER INTERIOR PROFUNDO.

A ATMAN, al SER, le corresponde la séptima dimensión, la dimensión cero desconocida, el mundo del Espíritu.

“El SER es el SER y la razón de SER del SER es el mismo SER”

V.M. Michael (extracto de “El Despertar de la Conciencia”)